La izquierda transformadora siempre ha sido activista. Por activisimo se ha entendido siempre el conjunto de acciones (habitualmente sin remunerar, pero también las remuneradas) encaminadas a la transformación socio-política de la sociedad, hacia una sociedad más justa de corte no capitalista.
Por contra, la derecha y, en general, todos aquellos que no desean un cambio profundo de los límites de esta sociedad, apelan al "voluntariado" de las personas.
A veces el trabajo de unos y de otros no es excesivamente distinto, pero la orientación de base sí lo es.
Por ejemplo, los miembros de las RSP son activistas (o deberían serlo). Los miembros de los bancos de alimentos son "voluntarios". Incluso en el acto de hacer entrega de lotes de comida, el sentido último de la actividad de unos y de otros es abismalmente opuesto.
En nuestra colaboración con las RSP, hablando con compañeros nuevos especialmente atrasados en su comprensión del mundo, muchas veces hemos planteado este argumento:
«Los bancos de alimentos te dan comida para que no protestes. Las despensas solidarias de las RSP te dan comida para que protestes.»
Los bancos de alimentos se vanaglorian de que han venido evitando un estallido social. Las RSP, por contra, le dicen a los compañeros: «¿No tienes para comer y te quieren intimidar con eso, para que negocies a la baja o no reclames? No te preocupes, en nuestras despensas hay alimentos. Reclama, negocia al alza, lucha, organízate, que no te faltará comida.
Manticore, desde su fundación, pertenece a la tradición activista, a la tradición del arte comprometido. Entendemos lo difícil que es para muchos colectivos sociales, capturados durante años en las entretelas de la dependencia institucional, liberarse de esas cadenas y que, por necesidades inmediatas, juegue a conseguir voluntarios sin la pretensión de convertirlos en activistas. Es un terreno pantanoso donde no es fácil moverse y más difícil aún es que dichos colectivos recuperen su identidad de clase y reivindicativa/transformadora. Sin detenerse a reflexionar que el voluntariado aséptico está precisamente para hacerle el juego al status quo, entendemos que la mayor parte del "voluntariado" lo hace por eso mismo, por buena voluntad, y hay que ayudarles a dar el salto al activismo, desplegando el mayor número de iniciativas donde podamos encontrarnos e influir.
CONTRA EL VOLUNTARIADO COMO FORMA DE ENMASCARAR TRABAJOS NO REMUNERADOS
Pero
hay una cara del prisma del "voluntariado" que es específicamente
peligrosa desde el punto de vista laboral-profesional-sindical: las
presiones que recibimos los profesionales de todo tipo para que
realicemos jornadas de trabajo como "voluntarios". Es una tendencia
crecientemente apoyada desde esferas de las administraciones del Estado
(todas, desde gobiernos centrales hasta los ayuntamientos) donde, para
ahorrarse salarios, seguridad social, etc., crean o promueven entornos
formalmente distintos (pseudo-ongs que en realidad son organizaciones
para-gubernamentales) a través de los cuales encauzar actividades que ya
no tienen que contratar. Trabajo no remunerado bajo la visión
"idílica" de que se hace voluntariamente en bien de una supuesta
satisfacción social (que en realidad suele ser una forma de taponar el
acceso del pueblo a sendas transformadoras).
Hace
décadas que en Manticore nos encontramos con las primeras presiones en
ese sentido, y respondimos de manera tajante -junto con decenas de
compañeros artistas, educadores sociales, profesores y monitores de
múltiples especializadas y otros- que eso era una estafa.
Hemos
comprobado cómo ese sistema-estafa se ha ido perfeccionando más y más:
ahora las instituciones adjudican labores (que deberían ser de ellas) a
organizaciones apéndices-gubernamentales; es decir asociaciones y
fundaciones creadas por ciudadanos con la única o mayoritaria finalidad
de vivir de presupuestos institucionales, que se encargan de intentar
convencernos a los artistas u otros profesionales de que trabajemos
gratis. En algunos casos el descaro es patente y consciente. En otros
debemos entender que esas organizaciones apéndices-gubernamentales han
entrado en una pendiente confusa de interpretación de la realidad social
y debemos contraponerles el discernimiento, la persuasión, la
negociación y los acuerdos de apoyo mutuo.
Activismo vs. Voluntariado
miércoles, 14 de septiembre de 2016
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Conceptos
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